Hernia Ventral

Una hernia ventral surge como consecuencia de un debilitamiento en la pared del abdomen, que puede deberse a distintas causas.
Las hernias ventrales son aquellas que se localizan en la zona del abdomen, entre ellas podemos encontrar la hernia umbilical, la hernia epigástrica, la hernia de Spiegel y las hernias incisionales.

Tipos de hernias ventrales:

Hernia umbilical

Hernia umbilical

Las hernias umbilicales son aquellas que se producen, como su nombre indica, en la zona umbilical o zona del ombligo, donde se encontraba el cordón umbilical durante el periodo de gestación. Este tipo de hernias normalmente viene causada por una debilidad en la pared abdominal de tipo congénito, es decir, presente desde el nacimiento. Este tipo de hernias puede surgir al paciente a cualquier edad.

Hernia epigástrica

Hernia epigástrica

Son aquellas hernias que se producen en la zona superior del abdomen, es decir, entre el esternón y el ombligo. Normalmente este tipo de hernias son causadas debido a un sobreesfuerzo en la zona, como levantamiento de peso, estreñimiento, etc.

Hernia de Spiegel

Este tipo de hernia ventral es menos común (aproximadamente en un 1% de los casos). Su localización es también en el abdomen, aunque en una zona más concreta llamada línea semilunar del Spiegel. Este defecto puede ser congénito o adquirido y se debe por debilidad de los músculos abdominales y protrusión del saco peritoneal a través de estos.

Hernia incisional

Hernia incisional

Estas hernias se producen en la zona donde anteriormente se ha realizado una incisión quirúrgica. Se producen sobretodo en la zona abdominal. Se desarrollan normalmente cuando hay un fallo en los puntos de la sutura o en alguna zona cercana a la sutura. Las hernias incisionales pueden deberse tanto a sobreesfuerzos en la zona como a problemas de salud.

Síntomas de las hernias ventrales

Como principal síntomas de una hernia ventral, destacamos el abultamiento que se manifiesta en el abdomen del paciente. Se puede ver y tocar y tiene apariencia de un bulto que sobresale (llamado saco herniario) en la zona del abdomen.

El bulto es blando al tacto y es posible que si ejercemos presión sobre él se introduzca en el interior del abdomen, aunque volverá a aparecer cuando dejemos de ejercer presión.

Otro de los síntomas que presentan las hernias ventrales puede ser el dolor, que se manifiesta sobre todo cuando se realiza presión en el abdomen. Por ejemplo, cuando tosemos o levantamos objetos pesados.

En algunos casos, la hernia ventral podría incarcerarse o estrangularse, lo que quiere decir que puede quedar atrapada en el orificio herniario debido a que éste es muy estrecho y puede causar una falta de riego sanguíneo en la zona. En estos casos la hernia provoca al paciente mucho dolor y debe acudir inmediatamente al especialista, ya que se requiere de cirugía inmediata para reparar el problema. Para que la hernia ventral no se estrangule lo más recomendable es acudir cuanto antes al especialista y tratarla.  Otros síntomas como náuseas, estreñimiento u orinar muy poco pueden ser signos de una hernia ventral.